Siempre he criticado de manera constructiva a los intermediarios en varias industrias, siendo muy franca me parecen perezosos, mediocres y dañinos para la economía. Pensar por ejemplo en el sector de los alimentos y ver como existen personas que recogen cosechas y las venden tres veces más caras es triste y uno el usuario final paga todas las consecuencias.
Esta crítica en mi mente ha hecho que me dé cuenta de la importancia del comercio justo, de la integración de la cadena de cada negocio y realmente en preguntarme si cada uno de los procesos de las empresas donde trabajo es necesario y agrega valor, esta es la pregunta esencial, hace poco leí en una revista de negocios que tristemente existen empresas en Colombia que no ganaban por sus productos o servicios, sino que se habían acostumbrado a ganar con las diferencias en las tasas de cambio entre el peso y el dólar, ahora con la reevaluación si que se están viendo afectadas (de nuevo la ley del perezoso o el astuto)
Con ánimo de construir y reflexionar, considero que en Colombia necesitamos cuestionarnos más en nuestro día a día sobre las actividades que hacemos si realmente estamos generando valor, podríamos comenzar por preguntarnos si ¿nuestro trabajo tiene más sentido que sólo recibir un cheque? ¿Estamos haciendo algo más allá para nuestro cliente?
Generar valor no significa que como empresarios tengamos menos dinero para la compañía y pensemos más en el beneficio del cliente, de manera personal significa que estamos pensando tanto en el cliente que estamos seguros que éste permanecerá con nosotros y nos sentimos enormemente satisfechos de que nuestro trabajo esta generando satisfacción por ende ganamos más y crecemos más.
La innovación debería dejar de ser considerada como una tarea difícil para la que hay que enloquecerse, debería convertirse en la traducción de la observación y aplicación de las ideas de nuestros colaboradores, dirigentes, usuarios y nosotros mismos.
No comments:
Post a Comment